El cielo siempre está ahí, sobre nosotros con su calmo color azul durante el día y su atrapante color negro en la noche pero, de vez en cuando, algo o alguien sube, de algún modo y, con una especie de chispas, el cielo se prende, el fuego lo invade casi por completo y, por unos cuantos minutos, somos testigos del fuego, un fuego tan asombroso que parece irreal.
Considero un crimen no detenerme a observar tal espectáculo, mis ojos son atraídos cual metal por un imán y, sin pensarlo, presiono el obturador y grabo, para siempre el fuego celestial y sus rojos, naranjas y amarillos tan perfecto, incluso, pareciera que hay otro mundo muy cerca del nuestro, y, quizás, es real.
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| Bola de fuego |
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| Cortina de nubes |
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| Horizonte |
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| Luz de día |
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| Mi cielo rojo |
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| Prenderemos fuego al cielo |
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